Pensé en olvidarte y seguir adelante, pero supuse que ese no sería buen castigo.
Pensé en engañarte con tu mejor amigo, pero definitivamente él no me agradaba.
Pensé en gritarte, celarte, humillarte y ser la peor novia, pero ya estabas acostumbrado.
Pensé en ser una bich!.. y me encantó, el único problema ahora es:
¡Que ya no se cómo joderte la madre!
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